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Conociendo tu piel

¿Por qué es importante conocer tu tipo de piel?


Antes de comprar productos, seguir rutinas de moda o creer en recomendaciones generales, tenés que conocer tu piel. Porque no todas las pieles necesitan lo mismo. Y usar un producto incorrecto puede alterar su equilibrio, generar sensibilidad, brotes o sequedad innecesaria.


Conocer tu piel no solo te permite elegir mejor, sino evitar gastar dinero en productos que no necesitás.


Tipos de piel: lo básico y lo real


La clasificación tradicional —seca, grasa deshidratada, grasa, normal— es útil como punto de partida, pero no es estática: puede cambiar con el clima, la edad, las hormonas, el estrés o los productos que usás.


- Piel seca


Sensación de tirantez, poca elasticidad.


Poros poco visibles.


Suele tener descamación o textura áspera.


Se irrita fácilmente si no está bien hidratada.



- Piel grasa deshidratada


Zonas grasas (generalmente la zona T: frente, nariz, mentón) y zonas normales o secas.


Puede presentar brillo y poros dilatados en ciertas áreas.


Es el tipo más común, aunque muchas personas no lo saben.



- Piel grasa


Brillo excesivo en casi todo el rostro.


Poros dilatados visibles.


Tendencia a tener acné.


No significa que esté “hidratada” ni que no necesite cuidados específicos.



- Piel normal


Equilibrada: no presenta brillo excesivo ni resequedad.


Textura uniforme.


No es tan común como se cree.



- Piel sensible (puede coexistir con cualquiera de las anteriores)


Se irrita con facilidad.


Enrojece, arde, reacciona a ciertos productos o al cambio de clima.


Muchas veces se confunde con alergias o intolerancias.



Mito frecuente:


“Si me salen granitos, tengo piel grasa”.


Falso.

El acné no es exclusivo de pieles grasas. También puede presentarse en pieles secas, deshidratadas o sensibilizadas por el uso incorrecto de productos.

La clave está en conocer qué lo está provocando, no solo en tratar de "secar" la piel.



Deshidratación vs. sequedad: no son lo mismo


Piel seca = falta de lípidos (grasa natural)


Piel deshidratada = falta de agua

Podés tener piel grasa y deshidratada al mismo tiempo si usás productos que alteran tu barrera cutánea o no hidratás correctamente.



📝 Mini test orientativo para identificar tu tipo de piel


1. ¿Sentís tirantez o incomodidad en tu piel al lavarla solo con agua?


Sí → Posible piel seca o deshidratada


No → Continuá




2. ¿A lo largo del día notás brillo en la frente, nariz o mentón?


Sí, bastante → Tendencia grasa


Solo en algunas zonas → Piel mixta


Nada de brillo → Piel normal o seca




3. ¿Tenés poros visibles en todo el rostro, especialmente en mejillas?


Sí → Tendencia grasa


Solo en zona T → Mixta


No → Normal o seca




4. ¿Tu piel reacciona o se enrojece fácilmente con cosméticos o el clima?


Sí → Piel sensible


No → Continuá




5. ¿Tenés granitos o puntos negros recurrentes?


Sí → Puede haber sobreproducción sebácea o sensibilidad


No → Piel equilibrada





Para resumier tu piel no es un diagnóstico, ni una etiqueta fija.

Es un órgano dinámico que responde a lo que comés, lo que usás, el ambiente, el estrés y tus hábitos diarios.

Conocerla es el primer paso para cuidarla con criterio.


Laura Peñaloza

Dermatocosmiatra



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